martes, 20 de octubre de 2009

04 DE NOVIEMBRE I PLENARIO NACIONAL PREPARATORIO PARA LA FUNDACION DE LA SEGUNDA REPUBLICA



"En ninguna parte se necesita más de una revolución profunda y radical que en el Perú. Aquí, donde rigen instituciones malas o maleadas, donde los culpables forman no solamente alianzas transitorias sino dinastías seculares, se debe emprender la faena del hacha en el bosque. No estamos en condiciones de satisfacernos con el derrumbamiento de un mandatario, con la renovación de las Cámaras, con la destitución de unos cuantos jueces ni con el cambio total de funcionarios subalternos y pasivos.” Manuel Gonzáles Prada




CANTO CORAL A TÚPAC AMARU, QUE ES LA LIBERTAD

Yo ya no tengo paciencia para aguantar todo esto
Micaela Bastidas

Lo harán volar con dinamita. En masa, lo cargarán, lo arrastrarán. A golpes le llenarán de pólvora la boca. Lo volarán: ¡y no podrán matarlo!
Lo pondrán de cabeza. Arrancarán sus deseos, sus dientes y sus gritos, Lo patearán a toda furia. Luego lo sangrarán
¡y no podrán matarlo!
Coronarán con sangre su cabeza; sus pómulos, con golpes. Y con clavos sus costillas. Le harán morder el polvo. Lo golpearán: ¡y no podrán matarlo!
Le sacarán los sueños y los ojos Querrán descuartizarlo grito a grito. Lo escupirán. Y a golpes de matanza lo clavarán: ¡y no podrán matarlo!
Lo podrán en el centro de la plaza, boca arriba, mirando al infinito. Le amarrarán los miembros. A la mala tirarán: ¡y no podrán matarlo!
Querrán volarlo y no podrán volarlo. Querrán romperlo y no podrán romperlo. Querrán matarlo y no podrán matarlo. Querrán descuartizarlo, triturarlo, mancharlo, pisotearlo, desalmarlo.
Querrán volarlo y no podrán volarlo. Querrán romperlo y no podrán romperlo. Querrán matarlo y no podrán matarlo.
Al tercer día de los sufrimientos, cuando se crea todo consumado,gritando ¡libertad! sobre la tierra, ha de volver.
¡Y no podrán matarlo!

lunes, 12 de octubre de 2009

POR LA NUEVA GRAN CONFEDERACION PERU-BOLIVIANA


El 09 de Mayo de 1836 el gran Mariscal Andrés de Santa Cruz hizo realidad la idea de reunificar en un solo gran país a Perú y Bolivia. Fue una visión política de grandes dimensiones históricas, culturales, estratégicas, militares y políticas. A la Gran Confederación Perú-Boliviana se opusieron los corruptos caudillos militares de entonces que se disputaban el botin del Estado peruano (como ahora se lo disputan la actual clase política corrupta unida a empresarios sin bandera y a militares traidores) entre ellos: Gamarra, Orbegoso, Castilla, Salaverry; la oligarquía peruana, la "elite" racista, descendientes de españoles uno de cuyos representantes fue Felipe Pardo y Aliaga padre de Manuel Pardo y abuelo de José Pardo y Barreda que luego fueron presidentes del Perú. Todos ellos traicionaron al Perú y se vendieron a los chilenos, a Diego Portales y al general Bulnes. Lograron derrotar al Mariscal Andrés de Santa Cruz en la batalla de Yungay el 20 de Enero de 1839 y comenzó con ello la larga serie de tragedias de nuestra patria.
La tarea heroica de la nueva generacion de peruanos y peruanas en la Segunda República que fundaremos el 2011 es reivindicar el destino histórico y la grandeza de la nación peruana: un solo país Perú y Bolivia que nos dará la preponderancia económica, política, cultural y militar en América Latina. Para lograr tal objetivo, primero, tendremos que derrotar a los enemigos internos y externos de nuestra patria; luego, concientizar, educar y nacionalizar al pueblo peruano.

EL CONGRESO: NIDO DE DELINCUENTES


Al atravesar la plazuela de Bolívar (operación que rara vez efectuamos por miedo a los núcleos infecciosos) nos asalta el deseo de coger una brocha, saturarla de alquitrán y escribir en los muros de las dos Cámaras: AQUI SE NECESITA UN ARGUEDAS.
No logrando satisfacer el buen deseo, nos decimos interiormente: ¡Bienaventurados los tiempos en que la muchedumbre se arme de azotes y lance fuera de la ciudad a las dos hordas acantonadas en la plazuela de Bolívar!
¿Qué es un Congreso peruano? La cloaca máxima de Tarquino, el gran colector donde vienen a reunirse los albañales de toda la República. Hombre entrado ahí, hombre perdido. Antes de mucho, adquiere los estigmas profesionales: de hombre social degenera en gorila politicante. Raros, rarísimos, permanecen sanos e incólumes; seres anacrónicos o inadaptables al medio, actúan en el vacío, y lejos de infundir estima y consideración, sirven de mofa a los histriones de la mayoría palaciega. Las gentes acabarán por reconocer que la techumbre de un parlamento viene demasiado baja para la estatura de un hombre honrado. Hasta el caballo de Calígula rabiaría de ser enrolado en semejante corporación.
¿Ven ustedes al pobre diablo de recién venido que se aboba con el sombrero de pelo, no cabe en la levita, se asusta con el teléfono, pregunta por los caballos del automóvil y se figura tomar champagne cuando bebe soda revuelta con jerez falsificado? Pues a los pocos meses de vida parlamentaria se afina tanto y adquiere tales agallas que divide un cabello en cuatro, pasa por el ojo de una aguja y desuella caimanes con las uñas. Ese pobre diablo (lo mismo que sus demás compañeros) realiza un imposible zoológico, se metamorfosea en algo como una sanguijuela que succionara por los dos extremos.
El congresante nacional no es un hombre sino un racimo humano. Poco satisfecho de conseguir para sí judicaturas, vocalías, plenipotencias, consulados, tesorerías fiscales, prefecturas, etc; demanda lo mismo, y acaso más, para su interminable séquito de parientes sanguíneos y consanguíneos, compadres, ahijados, amigos, correligionarios, convecinos, acreedores, etc. Verdadera calamidad de las oficinas públicas, señaladamente los ministerios, el honorable asedia, fatiga y encocora a todo el mundo, empezando con el ministro y acabando con el portero. Vence a garrapatas, ladillas, pulgas penetrantes, romadizo crónico y fiebres incurables. Si no pide la destitución de un subprefecto, exige el cambio de alguna institutriz, y si no demanda los medios de asegurar su reelección, mendiga el adelanto de dietas o el pago de una deuda imaginaria. Donde entra, saca algo. Hay que darle gusto: si de la mayoría, para conservarle; si de la minoría, para ganarle. Dádivas quebrantan penas, y ¿cómo no ablandarán a senadores y diputados?
El representante ingenuo que se disculpaba por haber votado mal por insinuación u orden del Jefe Supremo, dio la nota justa, reveladora de la sicología parlamentaria: diputados y senadores se consideran ellos mismos como parte de la servidumbre palatina. Habiendo, pues, un Ejecutivo, no se necesita un Legislativo. Pudiendo entenderse con el señor, no se trata con los lacayos. Entonces ¿para qué los congresos? ¿Para qué las discusiones de pedantes y fraseólogos que al oírse hablar creen sentirse pensar? ¿Para qué las luchas encarnizadas entre minorías y mayorías? Lo que alguien dijo de los abogados cuadra mejor a los parlamentarios. Gobiernista y oposicionista figuran las dos hojas de una misma tijera: se embisten con furia, mas no se causan daño. Quien sale cortada es la Nación.
Y sin embargo, esas gentes se gratifican el honorable con un tupé inverosímil y una prodigalidad asombrosa. Honorabilidad de honorables, tan evidente como la blancura del tordo, la ligereza de la tortuga, el buen olor del añás.
“Señor honorable, tiene usted el uso de la palabra”, dice un trujimán de presidente congresil, dirigiéndose al recomendable sujeto que hizo dar o dio un esquinazo, medró con los deslices de una mujer o supo en una tesorería cargar con el santo y la limosna. Uno se pregunta ¿esos individuos hablan seriamente o se burlan de nosotros?
Billinghurst fue derrocado ignominiosamente por haber concebido el propósito de celebrar un plebiscito para decidir si convenía la renovación total del Congreso. Sin duda le infundieron náuseas los mismos hombres que trasgrediendo las leyes y cediendo cobardemente a la imposición de las turbas, le habían nombrado Jefe Supremo. ¿Se le tachará de ingrato? Hay servicios que no engendran agradecimiento ni crean amistad: a ciertos servidores se les tira la moneda, no se les tiende la mano. Al presenciar la degradación de unas Cámaras donde los hombres mienten como gitanos y se venden como chinos, el verlas saltar de oposicionistas a gobiernistas y caer de rodillas ante un coronelillo de similor para conferirle el generalato en recompensa de haberlas traicionado, pisoteado y abaleado ¿quién no lamenta la caída prematura de Billinghurst? Sus mismos derrocadores se hallan arrepentidos y con gusto desharían su obra: palpan que al hacer la revolución se pusieron contra el desinfectante y a favor de los microbios. El hombre que hoy se levantara en armas, invadiera Lima y barriera con Legislativo, Ejecutivo y Judicial, merecería una estatua de oro.
Porque en todas las instituciones nacionales y en todos los ramos de la administración pública sucede lo mismo que en el Parlamento: los reverendísimos, los excelentísimos, los ilustrísimos y los useseñorías valen tanto como los honorables. Aquí ninguno vive su vida verdadera, que todos hacen su papel en la gran farsa. El sabio no es tal sabio; el rico, tal rico; el héroe, tal héroe; el católico, tal católico; ni el librepensador, tal librepensador. Quizá los hombres no son tales hombres ni las mujeres son tales mujeres. Sin embargo, no faltan personas graves que toman a lo serio las cosas. ¡Tomar a lo serio cosas del Perú!
Esto no es república sino mojiganga.


Manuel Gonzáles Prada, "Bajo El Oprobio: Los Honorables"

viernes, 2 de octubre de 2009


¡POR UNA NUEVA DECLARACION DE INDEPENDENCIA PARA REFUNDAR EL PERU!


0 4 DE NOVIEMBRE 2009 I PLENARIO NACIONAL PREPARATORIO PARA LA FUNDACION DE LA SEGUNDA REPUBLICA
"Una nueva era está por comenzar, únete al cambio"


A casi dos siglos de distancia, en otras condiciones y bajo diferentes circunstancias históricas y premisas ideológicas el pueblo peruano se prepara arduamente para su reivindicación histórica y para iniciar la lucha por la segunda y definitiva independencia nacional y ahora sí la historia tendrá que contar con los pobres del Perú. Esa ola de justicia reclamada, de derechos pisoteados que se empieza a levantar por todo el territorio peruano.
Hace ya cerca de 200 años que los criollos, descendientes de los conquistadores españoles, y un pequeño grupo de mestizos que no representaban más del 20% de la población total de esa época, con injerencia de los ejércitos extranjeros de San Martín y Bolivar, se produce el proceso llamado por los criollos y por la historia oficial como la "independencia" que no fue más que el traspaso del poder político de la burocracia virreynal que dominaba en estos territorios en nombre del rey de España a los criollos que estaban ávidos de poder político para de esa manera usufructuar del Estado y consolidar su dominio económico, militar y social sobre la gran población indígena, los verdaderos propietarios de estos territorios. Luego de la asamblea constituyente convocada por San Martín en 1822 y cuyo producto fue, luego de encarnizados debates entre republicanos y monarquistas ( debates en que solamente participaron los criollos), la Constitución de 1823 que creaba la I República Peruana con un fuerte matiz liberal. La I República creada en esa época nació como un proyecto liberal y republicano. Sin embargo, desde sus inicios la I República nació como una ficción, como una farsa, ya que solamente fue una República para los criollos no para el 80% de indígenas y mestizos. En realidad, lo que se produjo en el proceso de la llamada "independencia", no fue más que la consolidación y afianzamiento de la dominación y de los mecanismos e instrumentos de poder que a partir de 1821 ejercen los criollos mismos con prescindencia de la burocracia y el ejército virreynal. Pero los criollos dominan porque en 1781 el ejército realista, los criollos y grupos de mestizos como Pumacahua y su tropa se unen para derrotar a la gran revolución indígena,autóctona, de Túpac Amaru II.

Hoy, que ya han transcurrido cerca de dos siglos de la creación de la I República peruana ésta se ha revelado como un PROYECTO FRACASADO. Y es un PROYECTO FRACASADO porque la intención que tuvieron los criollos al crear la I República no fue la de crear una nación, un Estado de Derecho, una República con ciudadanía plena para todos los habitantes de este territorio, una Democracia real y efectiva, bienestar, prosperidad, justicia y libertad sino solamente consolidar su dominación a todo nivel: político, económico, cultural, social y militar. Entonces, si han transcurridos cerca de 200 años para tener este Poder Judicial y Ministerio Público, este Congreso, este poder ejecutivo, la actual Policía Nacional,los municipios y gobiernos regionales, todos antros de corrupción y desprestigiados con el 80% de desaprobación por parte del pueblo; cerca de 200 años para crear un sistema de salud, un sistema de educación que no sirven para nada; cerca de 200 años para crear un sistema democrático liberal que no representa a nadie, cerca de 200 años donde aún no hay ciudadanía plena, no hay cultura, en fin, 200 años para comprender que la I República creada por los criollos no ha sido más que una REPUBLICA CORRUPTA.

Por tanto, hoy se hace necesario, imperativo, dar por concluida la I REPUBLICA CORRUPTA creada por los criollos y que en la actualidad gobiernan sus herederos materiales, raciales e ideológicos. Alan García tiene que ser el último presidente y representante de la actual REPUBLICA CORRUPTA y de su sistema político que agoniza porque está deslegitimado, sin sustento teórico, corrompido, ineficiente y sin objetivo nacional.

Nosotros, el pueblo, los verdaderos peruanos, tenemos que preparar la lucha por la SEGUNDA INDEPENDENCIA Y FUNDAR LA SEGUNDA REPUBLICA para darle el tiro de gracia a la actual República corrupta y mandarlo definitivamente a formar parte de la historia universal de la infamia. ¿Acaso sobre esta I República corrupta que agoniza se ha impuesto la aureola de lo definitivo, de lo eterno? Nosostros, el pueblo, reafirmamos que ¡NO!

¿Qué pacto de sabios o de divinidades la creó para que sea eterna, sagrada, sin posibilidad de cambios? Nosotros, el pueblo, reafirmamos que no hay ni habrá tal posibilidad. Entonces, nosostros los verdaderos peruanos venimos a recuperar nuestro poder político para crear un país más justo con un nuevo orden económico, social y cultural, un país fraterno que reafirme nuestras raíces andinas y que acabe con todos los males del presente y con toda la podredumbre de los que nos han gobernado: todos esos políticos, civiles y militares, desde la derecha a las izquierdas, de Lima y de provincias, que a través de todas estas décadas infames robaron, envilecieron, explotaron,traicionaron y vendieron al Perú ¡pusieron de rodillas a un gran país!

Solamente cuando nuestra patria sea liberada de todos esos malhechores, de todas esas lacras, podrá pensarse en el resurgimiento del Perú y la reconstrucción material, educativa y psicológica que es el requisito previo para la grandeza interior y exterior de nuestra de patria.

"VAMOS A RESTITUIR AL PERU EL HONOR Y LA GRANDEZA Y AL PUEBLO PERUANO EL PAN Y LA JUSTICIA" EL INKA MOREANO